Si ya mantienes un tiempo para ejercitarte dentro de tu apretada agenda, te felicito. Si no es así, pero mantienes el deseo de hacerlo, también te felicito. Tal vez necesitas un empujoncito, algo que llamaremos "motivación". Esta será la estrategia tan solo para empezar y mantener la actividad física incorporada a tu estilo de vida. Te invito a dar ese primer paso y una vez que comiences aplica estos consejos que a continuación presentamos para mantener ese espíritu de motivación que ha resultado útil a miles de personas como tu alrededor del mundo.
1. Establece objetivos
Establece metas reales y fáciles de alcanzar y luego ve aumentando hacia logros
mayores. Esto basándote en información veraz. Por ejemplo, establece un período de
tiempo diario por una semana para ejercitarte. Al lograr esa meta puedes aumentar ese
período para la próxima semana. Toma en cuenta la recomendación de expertos en
salud y entrenamiento para establecer esas metas; como el conocer que para la
mayoría de adultos sanos se recomienda unos 150 minutos de actividad física
moderada o 75 minutos semanales de actividad física intensa del tipo aeróbica.
Puedes también establecerte metas a corto y mediano plazo. Recuerda que las
metas irreales no son alcanzables y al no lograr nuestros objetivos, nos desilusionamos
y deseamos alejarnos de la actividad.
2. Disfruta ejercitarte
Busca la actividad o deporte que más disfrutes. Varía la rutina para que te resulte
interesante. Prueba algo diferente. Cada actividad produce un efecto diferente según
los gustos y preferencias del individuo, por eso, debes probar y luego seleccionar. El
lugar que elijas para entrenarte también debe ser agradable y que te haga disfrutar.
No siempre tienes que salir. Aún en casa puedes disfrutar tu rutina de ejercicios. Si el
entrenamiento es divertido y lo disfrutas seguro querrás repetirlo.
3. Márcalo en tu agenda
Que ejercitarte forme parte de tu agenda diaria. Es decir, dale al tiempo de ejercicios
la importancia merecida. Recuerda que se trata de tu bienestar y salud. No caigas en
la excusa de "no tengo tiempo". Aún las Escrituras enseñan que "todo tiene su
tiempo". Programa tu agenda de entrenamientos. Ya sea como una cita diaria o de
días en la semana, la programación te ayudará a alcanzar tus metas u objetivos.
4. Anótalo
Anota tus objetivos y registra tu progreso. Escribe tus metas u objetivos y colócalos en
lugares visibles para ti. Pon un recordatorio de ellos en tus dispositivos electrónicos.
Verlos escritos o recordarlos te ayudarán a mantener la motivación de alcanzarlos. Te
recordarán que estás haciéndolo con un propósito. Registrar tu progreso hará que
analices el entrenamiento lo cual te ayudará a trabajar para lograr esas metas. También
lograrás la satisfacción por los logros alcanzados al ver tu registro de progreso.
5. Socializa
Puedes unir esfuerzos con personas amigas, familiares, vecinos u otros. Puede ayudar a
variar la actividad al reunirse para hacer ejercicios, participar de competencias o
simplemente una caminata juntos. Esto mantiene el entusiasmo, lo hace más
entretenido y logra un efecto en los participantes de querer participar de un plan de
ejercicios. La motivación grupal también es efectiva.
6. Recompénsate
Cada rutina de ejercicios que finalices genera un estado de satisfacción automático al
demostrarnos el poder y potencial que tenemos. Aunque sean los primeros 5
minutos de ejercicios en tu vida son los primeros 5 minutos de toda una jornada hacia
un estilo de vida saludable que te llenarán de satisfacción. También podrás darte otros
tipos de recompensa cuando alcances una meta importante, como comprar ropa
deportiva para celebrar y continuar disfrutando de tus entrenamientos. Las
recompensas también influyen en tu motivación. Recuerda que la mayor recompensa
en esto es saber que construyes un estado saludable para tu vida y tus seres amados.
7. Sé flexible
Si por algún motivo no pudiste llevar a cabo tu agenda de ejercicios del día, no te
desmotives. Simplemente retoma el ritmo lo antes posible. También puedes
reprogramar tu agenda. Si tienes vacaciones solo disfruta de ese tiempo especial.
Tal vez podrás cambiar la rutina de actividad física sin sacrificar las vacaciones.
8. No te compliques
Todo lo que necesitas para tu rutina de ejercicios es tu propia persona. Lo demás es
accesorio. Si tienes un gimnasio en casa, bien por ti, pero si no lo tienes no te
desmotives por eso. Puedes hacer deportes o ejercicios llevando los "gadgets" de
moda pero el no tenerlos no te limita para ejercitarte. Si por algún motivo no puedes
llevar una rutina entonces cámbiala o tómate un descanso. No seas tan duro contigo.
9. Aplica variedad
Aunque siempre quieras realizar la misma actividad, lo aconsejable es que escojas
tu actividad preferida, alternándola con otras clases, deportes o actividades
diferentes. Al entrenar de formas distintas, obtendrás diferentes resultados
y la innovación o variedad te mantendrán motivado. Si prefieres ejercicios en casa
puedes buscar videos de diferentes tipos de ejercicios para entrenar.
10. Conoce tus límites y se optimista
Lo natural y cotidiano en la persona es no querer volver a repetir experiencias
negativas, dolorosas o poco productivas. El sobre entrenamiento hará que el cuerpo se
rinda antes de tiempo, sintiendo fatiga y cansancio que no querrás volver a
experimentar. Entrenar más de lo que nuestro cuerpo resiste es un potente
desmotivador. No inventes rutinas ni te sobre entrenes; podría ser algo perjudicial para
tu salud. Nuestra rutina de ejercicios debe ser de acuerdo con nuestra forma
física y necesidad. No olvides consultar con tu médico o un entrenador profesional.
Recuerda, no estás entrenando para ganar las olimpiadas, sino para alcanzar un estado
de vida saludable.
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